Esta modificación respondería a un pedido oficial del gobernador K José Luis Gioja, para que la reunión anual de mujeres no altere la campaña de las elecciones legislativas, previstas para el 27 de octubre en todo el país.
Sin embargo la decisión de las mujeres del PCR, que constituyen la principal fuerza dentro de la Comisión Organizadora, va más allá de los acuerdos con el poder local. Lo resuelto les viene como anillo al dedo a los sectores progresistas y conversos que se están atropellando por recibir las bendiciones del nuevo monarca del Vaticano, Bergoglio.
Es que tanto para el kirchnerismo, como para el Frente Amplio de los “socialistas” de Binner, la UCR, Coalición Cívica, Libres del Sur o el Proyecto Sur de Pino Solanas, las demandas del movimiento de mujeres -potenciadas por un Encuentro realizado en medio de una campaña electoral- pondrían en evidencia su falso progresismo y su alineamiento con la archireaccionaria jerarquía eclesiástica, liderada por el Papa argentino.
Denunciamos esta nueva maniobra como parte de la política para imponer el pacto que vienen sosteniendo desde hace años las comisiones organizadoras, las representantes del Kirchnerismo y de Iglesia, de manera de garantizar el statu quo y desmovilizar a las mujeres.
Por esta razón, bajo el gobierno de Néstor y Cristina, las militantes del PCR se han encargado de garantizar que los Encuentros se realicen lo más lejos posible del centro político del país, impidiendo que decenas de miles de mujeres copemos las calles de Buenos Aires y la Plaza de Mayo para exigir el reconocimiento de nuestros derechos.
Hoy cuando el conjunto de las mujeres, en especial las trabajadoras, tenemos el desafío de redoblar la movilización para enfrentar la alianza renovada del gobierno y la mayoría de la oposición con la Iglesia Católica, pretenden que nos resignemos a sus imposiciones burocráticas.
Sin embargo… ¿Qué mejor oportunidad para hacer el próximo Encuentro en el medio de la campaña electoral, multiplicando y potenciando la agitación de nuestras reivindicaciones y la movilización por el aborto legal, seguro y gratuito, contra la mega minería, la trata o por las demandas obreras y populares insatisfechas?
El cambio de fecha no sólo favorece la continuidad del vaciamiento de los Encuentros, sino que atenta contra la organización del 25 de noviembre, trabando la posibilidad de organizar una jornada de lucha a nivel nacional en una fecha emblemática en la cual las mujeres nos movilizamos contra las violencias de género.
Hacemos un llamado al conjunto de las agrupaciones de mujeres, sindicales, feministas y de izquierda para que organicemos inmediatamente una reunión con el propósito discutir acciones tendientes a impedir este cambio de fecha del XVII Encuentro Nacional de Mujeres.
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