jueves, 4 de julio de 2013

Reafirmamos nuestra posición y UNA VEZ MAS DECIMOS ¡NO EN NUESTRO NOMBRE!

Frente a la decision de imponer el registro de datos para personas condenadas por delitos contra la integridad sexual, reeditamos la nota que, al respecto, escribimos el 17 de noviembre de 2008 en El Trabajador:
 
Esta iniciativa, que ya esta en marcha en Buenos Aires, Mendoza, Tucumán, Córdoba y Neuquén, es una respuesta a la amenaza que constituimos las miles de mujeres que nos movilizamos en todo el país contra la impunidad con que actúan los violadores y abusadores.

Los defensores del "orden y las buenas costumbres" juegan nuevas y engañosas cartas para fortalecer las reaccionarias instituciones del Estado capitalista/patriarcal, debilitadas por el cuestionamiento y las protestas populares.

Es que los escraches contra las casas de los violadores y las masivas marchas reclamando juicio y castigo, ponen en evidencia que el entramado de complicidades que los ampara se ubica en las más altas esferas del poder.

Las movilizaciones por el esclarecimiento de los crímenes de María Soledad, Natalia Melman u Otoño Uriarte y las protestas contra los violadores, como Anzaldo o Benavídez, pusieron a la luz la complicidad de la justicia y la policía para con los victimarios.

Estas luchas mostraron la naturaleza de clase que guía sus investigaciones y sus sentencias: ¡Para los violadores y asesinos ricos y poderosos todos los derechos y garantías de impunidad, para los pobres y marginales todo el peso de la ley y el escarnio público!

Un proyecto híper reaccionario…

El plan de las organizaciones reformistas que impulsan la ley, junto a los organismos oficiales y sectores reaccionarios de la Iglesia Católica y Evangelista es lograr que abandonemos las calles y legitimemos una base legal que sienta precedentes para criminalizar cualquier reclamo o protesta, incluso las que protagonicemos nosotras.

Persiguen el mismo objetivo que las movilizaciones de los sectores derechistas, quienes aprovechándose de la real demanda para resguardar la integridad física y sexual, se limitan a señalar a un responsable material, dejando a los poderes institucionales libres de culpa y cargo.

¡No debemos dejarnos engañar! La ley podrá ser empleada para avanzar sobre los derechos de todos y todas, como lo demuestra un artículo del diario Río Negro (5/11/2008,) que señala que la Legislatura de esa provincia está discutiendo un proyecto de registro de ADN, no sólo para los violadores, sino para todo tipo de delitos.

En ese mismo sentido, un artículo de La Nación (14/11/2008) destaca que una de las reivindicaciones propuestas por Blumberg en su última marcha a Plaza de Mayo, pasa por crear una base de datos de perfiles de ADN para delincuentes de "todo tipo".

Cabe destacar que el proyecto prevé el registro (todos los datos personales, foto actualizada, e-mail, domicilio laboral, etc.) así como el monitoreo y la vigilancia de la persona cuyos datos figuren en el archivo de ADN, hasta después de 10 años de haber cumplido la condena.

Una ley de estas características podría ser utilizada por el régimen para condenar socialmente a los miles de luchadora/es sociales que actualmente están procesado/as por la justicia.

Aprovechándose de semejante recurso estarían en condiciones de "estigmatizar" a estos compañeros y compañeras, de la misma manera que en la Edad Media los funcionarios del turno pintaban cruces en las puertas de las familias contagiadas por la peste.

Además podrían valerse de los registros para inculpar inocentes plantándole pruebas, como hicieron con el albañil del caso Dalmazo, quien logró la libertad gracias a la lucha protagonizada por sus vecinos, quienes repudiaron esas maniobras.

¡No aceptemos que en nombre de las reivindicaciones de género hagan pasar "gato por libre". No dejemos pasar estas leyes híper reaccionarias y oscurantistas, que de aplicarse significarán una regresión brutal y un avasallamiento de las libertades democráticas!

Llamamos a todas las organizaciones que se reivindican democráticas a pronunciarse contra estas leyes.

Diez razones para rechazar el registro de datos de violadores

Extracto del artículo de opinión, publicado en la revista Nº 5 de la Agrupación Baruyeras - Feministas Lesbianas en relación a la ley sancionada en la Pcia de Buenos Aires.

Razones por las que no estamos de acuerdo con un registro de violadores, ni con la creación de un banco de datos genéticos:

1. Porque la mayoría de los violadores son conocidos por las mujeres violadas. Están dentro de sus hogares, escuelas, oficinas, clubes, comisarías, parroquias, juzgados, vecindarios. Conocemos sus rostros porque violan a cara descubierta. Y aún denunciándolos a cara descubierta prevalece la indulgencia, la sospecha hacia las víctimas y la impunidad.

2. Porque debilita la credibilidad de las mujeres: asume que la prueba material (el dato genético) es imprescindible/necesario/determinante para hacer valer nuestro derecho a la integridad.

3. Porque no tenemos esperanzas de que los curas o los violadores de prostitutas y travestis estén en el registro. Tampoco nos ilusionamos con que el registro considere violadores a los varones que fuerzan a sus legítimas esposas dentro de una relación matrimonial.

4. Porque alimenta el mito del violador serial y crea un nuevo sujeto: el ‘’violador de baldío’’. No promueve cambios sociales, simbólicos ni políticos para reducir la violencia sexual.

5. Porque confiere poder a la policía y no garantiza que los violadores vayan a la cárcel. Al incluir delitos contra la libertad (secuestros) y registrar datos genéticos de ‘’todas las investigaciones penales’’, se devela el verdadero deseo que impulsa la ley y que ésta disfraza con argumentos de ‘’protección a la mujer’’. Intuimos que seremos la excusa para criminalizar a los sujetos vulnerables de siempre.

6. Porque si consideran que es un delito tan grave, promoverían cambios en las condiciones que hacen posible una violación. Los violadores son varones que se exceden en el ejercicio de poder que el patriarcado porno capitalista les otorga; poder que ningún juez, periodista, policía, cura o padre de familia cuestiona.

7. Porque la sociedad educa a los niños para que sean violadores y a las niñas para que sean violables, y después los culpabiliza apelando a la responsabilidad individual.

8. Porque penaliza a las personas y no a las acciones, y esto es inconstitucional. Al etiquetar a alguien de por vida se le quita la posibilidad de modificar sus conductas.

9. Porque supone que la sobreviviente de una violación no puede jamás reponerse del trauma, con lo cual sería justo marcar al violador de la misma manera, de por vida. Pero la violación no es un estigma, ni para la víctima ni para el violador. Es un abuso de poder de los más violentos que puedan imaginarse, y uno de los pocos que están penados por ley.

10. Porque nunca fue un objetivo feminista tener un registro de este tipo.

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