En el año
1910, la Segunda Conferencia Mundial de Mujeres Socialistas -reunidas en la
capital de Dinamarca- proclamó la fecha del 8 de marzo como día internacional
de lucha de las mujeres trabajadoras.
Allí se
plantearon varias demandas, entre ellas el reclamo de la jornada de 8 horas, el
fin del trabajo infantil, el derecho al sufragio universal y la oposición al
militarismo, que amenazaba con desatar la Primer Guerra Mundial.
Desde entonces, cada 8 de marzo grandes contingentes de
obreras de todo el mundo, comenzaron manifestarse por sus derechos, en contra
de la opresión de género y la explotación capitalista.
Por esta
razón, los gobiernos burgueses de turno intentaron cambiarle el contenido a la
fecha, transformándola en un día de fiesta u homenaje a todas las mujeres por
igual, sin distinción de clases.
¡Como si la
mucama y su patrona, la empleada del banco y la banquera, la obrera y la dueña
de la fábrica fuéramos lo mismo y compartiéramos las mismas penurias a las que
nos somete el sistema capitalista-patriarcal, que a algunas mujeres -y hombres-
les permite enriquecerse con el trabajo ajeno…!
Hoy como
hace más de un siglo, la crisis capitalista golpea en primer lugar, a las
mujeres trabajadoras y pobres. Por ello, de la misma manera que lo
hicieran nuestras hermanas en el pasado, somos millones las que enfrentamos los
ajustes que aplican los gobiernos de todos los continentes.
En Egipto,
la India, Europa, China, África, los Estados Unidos y
América Latina, las huelgas, movilizaciones, puebladas e
insurrecciones tienen como protagonistas a las mujeres de la clase obrera
peleando junto a los compañeros varones.
Este 8 de
marzo la bandera de lucha por la igualdad y contra la explotación que
levantaron las mujeres socialistas hace 103 años estarán presentes en las
manifestaciones contra los opresores y explotadores de todo el mundo.
En nuestro país las trabajadoras y las mujeres de izquierda
estaremos en las calles reclamando nuestras demandas específicas y peleando a
brazo partido contra el ajuste, el saqueo y la represión del gobierno de Cristina Kirchner y los
monopolios.
Es que después
de diez años de gestión kirchnerista, la violencia de género se ha cobrado la vida
de más de 200 mujeres por año, los embarazos adolescentes crecen
exponencialmente y el aborto sigue siendo la principal causa de muerte materna.
Néstor y
Cristina dinamitaron el presupuesto destinado a los hospitales, las escuelas
y las viviendas, destinando enormes subsidios para sus empresarios amigos
y aplicando tarifazos al servicio del pago de la fraudulenta deuda
externa.
La presidenta
y sus funcionarios, además de garantizarle la renta a las multinacionales
extranjeras y utilizar la función pública para amasar fortunas personales;
pacta con los sectores más reaccionarios y la Iglesia Católica -corroída por
los escándalos sexuales y casos de corrupción- para bloquear cualquier
posibilidad de legalización del aborto libre y gratuito.
Mientras persigue
y mantiene presos/as a luchadores/as en Bariloche y Corral Bustos y a las
hermanas Jara, quienes permanecen encerradas en las cárceles kirchneristas por haberse
defendido de los ataques de un abusador.
Cristina
garantiza la impunidad de violadores como al cura Grassi. Ampara
femicidas como al asesino de Wanda Tadei y protege el negocio de los proxenetas
y tratantes, responsables de la desaparición de Marita Veron y más de 600
desaparecidas en democracia.
¡Por esa
razón promovió una ley de trata, que es aparentemente progresista, pero que en
realidad, lejos de castigar duramente a los secuestadores y explotadores de
mujeres, les asegura penas mucho más leves que antes!
Sigamos el ejemplo de las maestras de Neuquén
Las trabajadoras
docentes, que conforman una amplísima mayoría dentro de los gremios del sector,
están a la cabeza de la lucha contra el ajuste de Cristina y los gobernadores,
peleando contra el techo salarial, la eliminación del impuesto a los salarios y
la defensa de la educación pública.
A la
vanguardia de este proceso están las compañeras de Neuquén, que vienen de
recuperar el sindicato, eligiendo una nueva conducción combativa y democrática,
que se puso al frente de la huelga, desde hace tres semanas.
En esta
provincia, por iniciativa de la secretaría de género y la comisión de mujeres
de ATEN, la asamblea de la seccional capital -la más grande- y el plenario de
secretarios generales resolvieron unánimemente la convocatoria de una jornada
de lucha provincial, reivindicando el día internacional de lucha de las
mujeres trabajadoras.
Allí, junto
a las reivindicaciones concretas del gremio, la exigencia de la libertad de
los/as presos/as políticos y otros reclamos de la clase obrera, las/os docentes
se movilizaran pidiendo igual salario por igual trabajo, contra los femicidios
y todo tipo de violencia hacia las mujeres, educación sexual para decidir,
anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir…
Esta
movilización, que estará acompañada por decenas de organizaciones sociales,
sindicales, políticas y de derechos humanos, es un gran ejemplo que hay
que trasladar a otros gremios en lucha de todo el país, para que los
trabajadores y trabajadoras asuman como propios/as las banderas de la
liberación de la mujer.
Las mujeres
del Comité de Coordinación por la Unidad de los/as Revolucionarios/as (CS e
Interdistrital) proponemos la formación de comisiones de mujeres en cada lugar
de trabajo, estudio y en los barrios, de manera de seguir el rumbo que nos
están marcando las compañeras de Neuquén.
Debemos
lograr que las organizaciones sindicales asuman como propias nuestras
reivindicaciones de género. ¡Con el apoyo de toda la clase trabajadora podremos
avanzar en la conquista de nuestros derechos…!
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