Zaffaroni: Para esto también, comisión investigadora independiente

“...se necesita ser un traidor, y yo también lo soy, señores. Saber venderse oportunamente, no desvergonzadamente, sino evolutivamente”. (Aguas Fuertes Porteñas de Roberto Arlt)

Quienes luchamos contra la Trata de Personas, no dejamos de decir, que en esa vil actividad hay una red de cómplices que la permiten: empresas turísticas, de taxis, de micros, etc. No faltan los hacedores de documentos truchos, policías, políticos, jueces, etc.

La denuncia realizada por la ONG, La Alameda ha llenado de sorpresa a mucha gente que veía en Eugenio Zaffaroni a un prestigioso abogado, profesor, juez y, fundamentalmente, un defensor de los derechos humanos acérrimo.

Una compañera de un barrio, al enterarse que 6 departamentos de propiedad del presidente de la Suprema Corte, eran dedicados a la prostitución, nos decía:- “que no supiera lo que se hacía en uno, puede ser, pero en los seis!...”

En el 2009, La Alameda había señalado 612 lugares. Uno de ellos era uno de los departamentos cuyo dueño es Zaffaroni. Vecinos que hicieron denuncias recibían como comentario que era del prestigioso juez, dando a entender que nada podía hacerse. Guardias custodiaban los lugares aludidos.

A la luz de la historia de Zaffaroni, que haya sido elegido por Néstor Kichner (Él en palabras de Cristina), es coherente con un gobierno que permanentemente ejerce el doble discurso para saquearnos con tranquilidad.

Mientras los K se dedicaron a ganar más platita durante la época de la dictadura esquilmando a lo propietarios de viviendas rematadas, Zaffaroni, lejos de ser un desocupado, fue nombrado por el mismísimo Jorge Videla.

Así lo cuenta Norberto Zingoni, juez dejado cesante durante la dictadura. Con el verso de ser un juez de carrera, Don Eugenio sirvió a la dictadura genocida, eso sí, previamente debió jurar por el famoso Estatuto de Reorganización Nacional y demás yerbas impuestas por los milicos.

Mientras valerosos abogados presentaban habeas corpus (1) por personas desaparecidas sabiendo que podían correr el mismo destino, este obsecuente, se dedicaba a chuparle las medias a la encarnación del mal.

No sólo se dedicó a negar ese derecho sino que escribió libritos como el dedicado a lo “...penal militar de excepción, circunstancias especiales, necesidad terribilísima, legislación por bandos, excepcional necesidad de dar muerte al delincuente.” De más está decir quienes eran considerados /as delincuentes en esa época, ¿no?.

Como verán, todo un intelectual orgánico (2) al servicio de los genocidas. Hoy, Horacio González hace similar tarea respecto del gobierno de Cristina y del mismísimo Zaffaroni cuando sale a defenderlo desde Página 12 (31-07-11). En síntesis, el sistema cruje por todas partes, la podredumbre se cuela por cada hendija.

Zaffaroni escribió un libro titulado “La palabra de los muertos”. Quizá no se equivocó: miles de voces desaparecidas durante la dictadura o en “democracia” golpean a las puertas de los que no nos vendimos, de los que vivimos de nuestro sueldito (cuando tenemos laburo), de los que no tenemos 15 departamentos como Zaffaroni, de los que sobrevivimos a la dictadura heridos por la desaparición de tantos compañeros/as.

Miles de voces nos imponen que no sea el poder corrupto de los Zaffaroni o las Cristinas quienes investiguen sino nosotros. No en vano en las marchas se escucha...”como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”.

(1) Hábeas corpus: derecho del ciudadano detenido o preso a comparecer inmediata y públicamente ante un juez o tribunal para que se resuelva si su arresto fue legal o no.
(2) Intelectual orgánico: llamó así, Gramsci a los intelectuales que daban la justificación ideológica a las clases dominantes.

Volver a Noticias Socialistas