Mujeres kurdas en la conmemoración del Año Nuevo Mesopotámico, Newroz, en la localidad de Suruc, Turquía. |
Este 8 de marzo encuentra a las mujeres del mundo en pie de
guerra. A la vanguardia están las kurdas que combaten a las bandas del Estado
Islámico y las compañeras de las autodefensas mexicanas, que como modernas
“Adelitas” enfrentan a las bandas narcos y las fuerzas represivas.
Las milicianas de las YPJ pelean por sus derechos en Siria,
Turquía, Iraq e Irán contra un ejército de mercenarios que defiende los peores
valores del patriarcado. Tal es así, que cuando capturan mujeres las venden
como esclavas en mercados de Mosul, Raqqa y otras localidades de la región.
Las mujeres trabajadoras de México vienen de recibir la
“bendición” del Papa, quien como símbolo de una de las peores instituciones del
patriarcado mundial, viajó para apoyar al gobierno responsable del asesinato de
miles de mujeres y la peor de las explotaciones en las maquilas.
Por eso Bergoglio no quiso recibir a los familiares de los
estudiantes desaparecidos y se negó a reclamar la libertad de uno de los
símbolos de las autodefensas -Nestora Salgado- quien está detenida por el papel
que jugó como comandanta de las brigadas populares de Guerrero.
El Papa viajó a México, como lo hizo y lo seguirá haciendo
hacia otros lugares convulsionados del planeta, para “echarle agua bendita” al
fuego de la revolución, que tiene a su cabeza a las mujeres trabajadoras y
pobres como Nestora y las comandantas del Kurdistán heroico.
Las mujeres de la Argentina formamos parte de este proceso
revolucionario: encabezando los conflictos estatales y docentes contra los
despidos y por el salario, cortando las calles por los cortes de luz o
escrachando a los abusadores, como Karina Abregú y otras luchadoras.
Nosotras también estamos a la vanguardia de la lucha contra una
de las expresiones más exacerbadas de la violencia de género -los femicidios-
que en 2014 se cobraron la vida de 277 mujeres. ¡Según un cálculo de “La Casa
del Encuentro” cada 32 horas se comete uno de estos!
Por eso el 3 de junio de 2015 ganamos las calles reclamando
justicia en el #niunamenos, que fue la consigna detrás de la cual nos unimos
cientos de miles, construyendo desde abajo una jornada de que marcó un antes y
un después en la conciencia de las mujeres y del conjunto de la sociedad.
A pesar de esta enorme movilización, ni Cristina ni Macri
tomaron nota de nuestra situación, ya que lo único que les interesó e interesa
es gobernar para las multinacionales que saquean los recursos y nos explotan
cotidianamente junto a nuestros compañeros varones.
En ese sentido, han tenido y continúan teniendo una sola
política: la de “saturar” los barrios con policías y decretar leyes
“antiterroristas” o “protocolos” contra los piquetes. Estas normas no sirven
para otra cosa que no sea la defensa del carácter capitalista y patriarcal de
esta sociedad.
Frente a esto, miles y miles de nosotras -en sintonía con millones
de compañeras de todo el mundo- marchamos este 8 de marzo en el Día
Internacional de Lucha de la Mujer Trabajadora para reclamar por todos nuestros
derechos, como el aborto libre legal, seguro y gratuito, la educación laica no
sexista, la separación de la Iglesia del estado o a igual trabajo igual
salario.
Desde Convergencia de Mujeres por la Libertad les decimos a
todas nuestras compañeras, que para triunfar hay que seguir el camino de las
heroicas mujeres de Kurdistán y México, que asumieron la necesidad de ejercer
ellas mismas su propia y legítima autodefensa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario