Declaración para el 8 de marzo. Marchamos el lunes 9 desde Congreso a Plaza de Mayo a partir de las 17 horas
Este 8 de Marzo una sola demanda retumbará por todos los
rincones del planeta: ¡Basta de violencia, abusos y explotación!
Las voces de las mujeres trabajadoras y pobres de todo el
mundo se oirán por las calles y plazas desde la India a México, de Europa a
Irán, China, o Ucrania, hasta América Latina y Estados Unidos.
¡Un solo grito de rebeldía para exigir libertad, igualdad y
el derecho a una vida sin privaciones ni sufrimientos!
La miseria, las injusticias, falta de trabajo, salud y
educación a causa del saqueo, los planes de hambre y la represión que llevan
adelante todos los gobiernos nos empuja, como parte de la clase trabajadoras y
los pueblos sometidos a la voracidad de las corporaciones imperialistas, a
pelear.
A luchar por nuestros derechos y nuestra liberación,
teniendo que enfrentar el orden social impuesto por el sistema capitalista
patriarcal, en el que una minoría privilegiada se enriquece a costa de la
explotación y la opresión de la mayoría de la humanidad.
En este sentido, son las mujeres kurdas y sus milicias de autodefensa (YPJ)
quienes están demostrando que la lucha contra el patriarcado y el sistema
capitalista es la misma.
Ellas derrotaron al ejército de mercenarios nazi-facistas y violadores del
Estado Islámico, armados por los gobiernos de la región y el imperialismo
yanqui para aplastar a los pueblos de Medio Oriente.
El triunfo de las heroicas guerrilleras de Kobane, tras 134
días de combate y con miles de mártires, ha sembrado las esperanzas de libertad
en una sociedad donde las mujeres son lapidadas por cometer adulterio,
esclavizadas, violadas, forzadas a contraer matrimonio, etc.
Al norte de Siria, en la región de Rojava, ellas están al
frente de su autogobierno basado en asambleas populares, compartiendo en pie de
igualdad las mismas funciones de responsabilidad que los hombres, en todos los
cargos hay una mujer y un hombre.
Allí, por ley, los recursos naturales, la tierra y las
propiedades son de la comunidad, lo producido se reparte equitativamente y se
criminalizan la violencia doméstica, el matrimonio infantil, los matrimonios
forzosos, la mutilación del clítoris, la poligamia, los asesinatos por honor y
rige la separación de la religión de las cuestiones de gobierno.
Por eso están a la vanguardia de la defensa de estas
conquistas con sus propias milicias de mujeres, peleando junto a sus compañeros
varones.
A miles de kilómetros, en México, ocurre algo similar: las
autodefensas encabezadas por mujeres están enfrentando los crímenes del
narco-estado dirigido por Peña Nieto, destituyendo alcaldes e imponiendo el
gobierno de consejos apoyados en asambleas populares.
Las compañeras mexicanas están exigiendo la libertad de la
comandante de la policía comunitaria Nestora Salgado, que está presa por liderar
la seguridad del pueblo, que se levantó contra los abusos y asesinatos de las
bandas de narcotraficantes, exigiendo juicio y castigo para los policías que
violaron a 4 maestras durante la represión a una movilización por la aparición
con vida de los 43 normalistas.
En nuestro país, al calor de la crisis política y económica a la que nos
arrastró el gobierno de Cristina, la violencia hacia las mujeres aumenta, tanto
que fueron 277 los hechos de femicidio durante el 2014.
Esto sin contar los casos en los que fueron hospitalizadas
las mujeres que sufrieron algún tipo de violencia; o a las desaparecidas para
ser entregadas a las redes de trata, que cuentan con total impunidad para
llevar adelante uno de los negocios más rentables del mundo.
Lo mismo ocurre con las muertes por aborto clandestino de las mujeres pobres,
como resultado de la decisión política del Estado de mantener su alianza con el
Papa Francisco para negar la legalización.
Este 8 de marzo marchamos por todos nuestros reclamos y en
apoyo a las mujeres de Rojava y sus heroicas milicias, cuya revolución le asestó
un golpe formidable al imperialismo y a todos los gobiernos.
Su triunfo es el triunfo de la humanidad y el de todas las
mujeres que luchamos por la igualdad social y nuestra liberación. Debemos
seguir su ejemplo tomando en nuestras manos la lucha por nuestros derechos,
organizándonos para defendernos por nuestros propios medios mediante la acción
directa y para ejemplificar a quienes ejercen violencia contra las mujeres.
Las organizaciones de izquierda deberían impulsar un gran movimiento de lucha
unitario, independiente del gobierno y los partidos patronales para pelear como
lo están haciendo estas heroicas compañeras de Rojava.
Desde Convergencia Socialista te llamamos a sumarte a la
lucha por nuestra liberación levantando bien alto las siguientes banderas: Basta
de violencia hacia las mujeres. Ni una mujer menos, ni una muerta más. La trata
es un crimen de lesa humanidad.
Viva la revolución de las mujeres de Rojava. Viva el triunfo de las milicianas
kurdas. Libertad a Nestora Salgado. Viva la autodefensa obrera y popular. Aborto
legal, seguro y gratuito. Separación de la Iglesia del Estado
Convergencia de Mujeres Socialistas / Mujeres Ahora es Cuando
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