En Calilegua, provincia de Jujuy, tres mujeres fueron encarceladas
acusadas de homicidio agravado por el vínculo y complicidad, por haberse
practicado y ayudado a realizar un aborto clandestino.
Susana, la mujer que interrumpió su embarazo, de 37 años y madre de un niño de diez, fue denunciada junto a sus dos amigas por los médicos que la asistieron en el hospital de Libertador General San Martín, cuando llegó con una profusa hemorragia.
Este ataque brutal contra todas las mujeres, se produce en una de las regiones más atrasadas, donde el poder político y la justicia-basados en concepciones religiosas fundamentalistas- se arrogan la potestad de decidir cual debe ser el rol de la mujer en la sociedad y a disponer lo que debe hacer con su cuerpo.
Jujuy, transformada en un antro de corrupción e impunidad, es gobernada por una banda asociada a los negocios más aberrantes como el narcotráfico y la trata de personas. Por eso, con la misma hipocresía y la doble moral de los inquisidores dela Edad Media , quieren imponer un nuevo castigo
ejemplar, a las mujeres, en nombre de Dios y la fe católica.
Así ya lo hicieron con Romina Tejerina, condenada a 14 años de prisión, mientras a que su violador fue dejado en libertad. No es casual, entonces, que en el mes de abril, el consejo deliberante de la capital provincial- con mayoría radical- se haya arrodillado antela Iglesia , votando una ordenanza
reclamada por esa institución.
La referida norma- firmada también por el Obispo local, declaró a San Salvador de Jujuy “Ciudad Pro Vida en defensa de los derechos de Protección ala Vida y de la Familia y en repudio de la
práctica del aborto en todas sus formas”.
A pesar de estas reglamentaciones y de todas las leyes vigentes, cuando una mujer decide abortar, las prohibiciones o penalizaciones no la hacen desistir. En nuestro país, anualmente más de 500.000 mujeres deciden interrumpir el embarazo, pero las que arriesgan su salud y sus vidas, son las mujeres más pobres.
Las que tienen dinero también lo hacen, aunque en clínicas y sanatorios que les garantizan el anonimato, ya que allí los “objetores de conciencia” y la “justicia” hacen la vista gorda. La realidad es que en Argentina desde hace 20 años la principal causa de muertes maternas, son los abortos clandestinos y Jujuy es una de las provincias con mayor índice de mortalidad por esta causa.
Por eso el acceso al aborto es un problema de derechos humanos y de salud pública. El derecho que tenemos las mujeres a decidir si queremos, cuando y cuantos hijos tener, y el derecho a la atención sanitaria de las que más sufren y mueren por carecer de recursos.
Queda claro que esta nueva ofensiva del gobernador K Fellner,la UCR y los Obispos, se apoya en
la vigencia de la ley que penaliza el aborto, una legislación reaccionaria que
tanto Néstor como Cristina se encargaron de mantener, para garantizar su
alianza con el Vaticano.
No son las dirigentas sindicales y políticas de los partidos patronales las que pueden dirigirnos en la lucha para lograr nuestro derecho. Ya que de hacerlo, irían en contra sus referentes, los Masa, Macri, Carrio, Binner y demás, que se desviven por congraciarse con el Papa Francisco, que condena el aborto, repudia la educación sexual integral, el uso de preservativos y defiende ideas fundamentalistas que conciben a las mujeres como seres inferiores.
Desde Mujeres ¡Ahora es Cuando! llamamos a todas las organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles, sociales y de Derechos Humanos a pronunciarse por la libertad de las tres mujeres de Calilegua.
¡Este es el momento de retomar la pelea por nuestros derechos! Para eso hay que impulsar un movimiento de mujeres luchadoras y de la izquierda, independiente del gobierno, los partidos patronales yla Iglesia , que se ponga a la
cabeza la lucha por la legalización del aborto y por arrancar de la cárcel a
las mujeres presas por interrumpir su embarazo. El Encuentro de Salta será una
buena oportunidad para concretarlo.
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Susana, la mujer que interrumpió su embarazo, de 37 años y madre de un niño de diez, fue denunciada junto a sus dos amigas por los médicos que la asistieron en el hospital de Libertador General San Martín, cuando llegó con una profusa hemorragia.
Este ataque brutal contra todas las mujeres, se produce en una de las regiones más atrasadas, donde el poder político y la justicia-basados en concepciones religiosas fundamentalistas- se arrogan la potestad de decidir cual debe ser el rol de la mujer en la sociedad y a disponer lo que debe hacer con su cuerpo.
Jujuy, transformada en un antro de corrupción e impunidad, es gobernada por una banda asociada a los negocios más aberrantes como el narcotráfico y la trata de personas. Por eso, con la misma hipocresía y la doble moral de los inquisidores de
Así ya lo hicieron con Romina Tejerina, condenada a 14 años de prisión, mientras a que su violador fue dejado en libertad. No es casual, entonces, que en el mes de abril, el consejo deliberante de la capital provincial- con mayoría radical- se haya arrodillado ante
La referida norma- firmada también por el Obispo local, declaró a San Salvador de Jujuy “Ciudad Pro Vida en defensa de los derechos de Protección a
A pesar de estas reglamentaciones y de todas las leyes vigentes, cuando una mujer decide abortar, las prohibiciones o penalizaciones no la hacen desistir. En nuestro país, anualmente más de 500.000 mujeres deciden interrumpir el embarazo, pero las que arriesgan su salud y sus vidas, son las mujeres más pobres.
Las que tienen dinero también lo hacen, aunque en clínicas y sanatorios que les garantizan el anonimato, ya que allí los “objetores de conciencia” y la “justicia” hacen la vista gorda. La realidad es que en Argentina desde hace 20 años la principal causa de muertes maternas, son los abortos clandestinos y Jujuy es una de las provincias con mayor índice de mortalidad por esta causa.
Por eso el acceso al aborto es un problema de derechos humanos y de salud pública. El derecho que tenemos las mujeres a decidir si queremos, cuando y cuantos hijos tener, y el derecho a la atención sanitaria de las que más sufren y mueren por carecer de recursos.
Queda claro que esta nueva ofensiva del gobernador K Fellner,
No son las dirigentas sindicales y políticas de los partidos patronales las que pueden dirigirnos en la lucha para lograr nuestro derecho. Ya que de hacerlo, irían en contra sus referentes, los Masa, Macri, Carrio, Binner y demás, que se desviven por congraciarse con el Papa Francisco, que condena el aborto, repudia la educación sexual integral, el uso de preservativos y defiende ideas fundamentalistas que conciben a las mujeres como seres inferiores.
Desde Mujeres ¡Ahora es Cuando! llamamos a todas las organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles, sociales y de Derechos Humanos a pronunciarse por la libertad de las tres mujeres de Calilegua.
¡Este es el momento de retomar la pelea por nuestros derechos! Para eso hay que impulsar un movimiento de mujeres luchadoras y de la izquierda, independiente del gobierno, los partidos patronales y
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