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| Nestora Salgado, presa por levantarse en armas contra el narco capitalismo amparado por el narco estado |
¡Liberemos a Nestora, ejemplo de mujer!
“La mujer a sus labores: eso de decir discursos y encabezar,
se queda para nosotros que llevamos pantalones. No hay que confundir los
sexos". (Clarín, periódico de Guadalajara, fines de siglo XIX)
“Una escena común en las casas michoacanas de Tierra
Caliente fue la siguiente: Un grupo de hombres sometía al jefe de la familia,
violaba a la esposa y le pedía que bañara a la niña de 12 años, porque a esa se
la llevarían con ellos para disfrutarla con calma más tarde”. (siglo XXI).
En algunos lugares de México, especialmente en el estado de
Michoacán, la mafia del narcotráfico ha hecho imposible la vida cotidiana. Es
por ello, que ante el crimen organizado y la complicidad del gobierno en los
distintos niveles, el pueblo se ha armado para autodefenderse. También ejercen
ese derecho elemental a la vida, las policías comunitarias, autorizadas desde
años atrás, por la Ley
de autonomía indígena.
No se trata de un hecho aislado por el cual, alguien al cual
roban, les dispara a los ladrones a lo que estamos acostumbrados/os los /as
argentinos/as. Se trata de una decisión tomada en forma participativa.
“El movimiento de las autodefensas -por lo que sabemos-
involucra desde sectores de la clase trabajadora hasta hacendados, pasando por
distintos estamentos del campesinado mexicano. Su dirección parece estar en
manos de elementos de la pequeña burguesía rural y urbana.”
Las redes se han llenado de fotos que muestran hombres
armados disciplinadamente. También lo hacen las mujeres de todas las edades
quienes se han armado “porque están cansadas de ver morir a sus hijos”.
Entre ellas se ha destacado una de sus dirigentes aborígenes
-Nestora Salgado García- quien se halla presa e incomunicada en un penal de
máxima seguridad. Esto confirma que el gobierno mejicano, en vez de perseguir a
las bandas del narcotráfico, como Los Templarios, ha puesto toda su energía en
una mujer que los ha combatido enérgicamente y en unidad con su pueblo.
“Para los indígenas el vínculo comunitario los ha mantenido
inmunes a la descomposición que lo que hoy es, el Estado mexicano y sus
representantes.”
Nestora ha sido una de las tantas inmigrantes que llegó a
EEUU y luego decidió volver para ayudar a los suyos. Por ello al enterarse de
su detención, varios connacionales manifestaron su repudio en ese país.
Ella, como sus compañeras, ha tomado la posta de aquellas
soldaderas y soldadas como “Carmen Alanís, que se levantó en armas en Casas
Grandes (Chihuahua) y participó en la toma de Ciudad Juárez con 300 hombres a
su mando. Juana Gutiérrez de Mendoza y La China comandaron un batallón formado por las
viudas, hijas y hermanas de los combatientes muertos”.
Ellas actuaron en la revolución mejicana de principios del
siglo XX. La época en que Emiliano Zapata exigía con su gente “Techo, tierra,
trabajo, pan, salud, educación, independencia, democracia, libertad, justicia y
paz.”
Hoy el pueblo, que se ha levantado en Méjico, entre los que
se cuenta Nestora, también quiere paz. No ha respondido con abstractas palomitas
blancas suicidas sino con la contraviolencia justa de un pueblo rebelde que no
se deja doblegar.
¡Por esa razón desde todos los puntos del planeta debemos
gritar bien fuerte: Libertad a Nestora y todas las autodefensas. Mujeres y
hombres de todo el mundo debemos formar comités por su liberación!
Decenas de firmas por la libertad de Néstora Salgado
Presentamos aquí algunas de las firmas logradas en el marco
de la lucha por la libertad de Nestora Salgado, comandante de la policía
comunitaria de Olinala, Guerrero, injustamente presas desde 2013, al igual que
que algunos de sus compañeros de este estado y más de una docena de guardias
comunitarios de San Miguel de Aquila, Michoacán:
Angélica Lagunas, diputada IS/Frente Izquierda Neuquén;
Marcelo Ramal, legislador Ciudad Buenos Aires, PO/Frente Izquierda; Myriam
Bregman, diputada PTS/FIT, Pcia. Buenos Aires; Christian Castillo, diputado
Pcia. Buenos Aires, PTS/FIT; Nicolás Del Caño, diputado nacional PTS/FIT;
Néstor Pitrola, diputado nacional PO/FIT; Jorge Cardelli, CTA Secretario de
Formación; Roberto Pianelli, secretario general sindicato del subte de Ciudad
de Buenos Aires/CTA; Laura Marrone, legisladora Ciudad de Buenos Aires IS/FIT;
Alfredo Cáceres, secretario general SUTEBA Tigre; Gustavo Vera, legislador
UNEN, Ciudad Buenos Aires; Susana Ancarola, comisión directiva ATE zona sur;
Elia Espen, Madre de Plaza de Mayo; Vilma Ripol, ex diputada MST; Rubén
"Pollo" Sobrero, secretario general sindicato ferrocarril Sarmiento
(UF); Enrique Fukman, Asociación ex Detenidos Desaparecidos; "Chino"
Heberling, Nuevo MAS; Daniel Ojeda, secretario general SOUUCH (construcción de
Comodoro Rivadavia en el SITRAIC); Gustavo Lerer, junta interna ATE, hospital
Garrahan; Ramón Cortés, condenado por la justicia a cadena perpetua; Claudio
Mora, MST; Fernando Vilardo, Autodeterminación y Libertad; Juan Carlos Beica,
Convergencia Socialista en el CCUR; "Gueso" Sayago, Interdistrital
por un Partido de Trabajadores en el CCUR; Silvia Zapata, ATE zona sur; Paula
Carbajal y Florencia Lezcano, ATEN Neuquén; Guillermo Rocha del Comité por la Reconstrucción del
Comunismo Revolucionario; José Tejeda y Carlos Olivera, comisión directiva
SITRAIC; Hernán Centeno y Julieta González, Suteba Escobar; Karina Almirón,
Opinión Socialista; Pablo Busch, comisión interna Unilever (Knoor) sindicato de
la alimentación; Romina del Plá, Sec. Gral. Suteba Matanza; Claudio
Dellecarbonada, delegado del subte; Víctor Grossi, Secretario General SITRAIC;
Oscar Kuperman, CUBA/MTR; Jorge Adaro, Sec. Gral Ademys; Alicia Navarro, Sec.
DDHH Ademys; Carlos Chile, Secretario Gral. CTA capital; Laura Carboni, AGD-
UBA; Luna Mora Palmada, Presidenta Centro Estudiantes Filosofía y Letras, UBA;
Ana Bruno, Pañuelos en Rebeldía; María Damasseno, CTA Nacional; Anastasia Cenor,
GEN; Carolina Reynoso, Colectivo Feminista; Cecilia Belistri, ATE INTI;
Alejandra Angriman, CTA nacional; Marta Cerutti; Malena Lenta, Izquierda
Socialista; Dolores García, Mujeres Insurrectas; María Paula García, Pañuelos
en Rebeldia; Cristina Zurtuza, Campaña x el Aborto; Andrea Datri, Pan y Rosas;
Cecilia Mancuso, Presidencia Centro Estudiantes Sociales, UBA; Nina Brugo,
Unidad Popular; Marina Alonso, Las Rojas/Nuevo Mas; continúan las firmas…
LAS MUJERES EN LAS AUTODEFENSAS COMUNITARIAS
En México la violencia contra las mujeres es alarmante. Un
ejemplo de esta situación ds que para Agosto de 2013, había más de 1800 niñas
desaparecidas solamente en Ciudad Juárez y sin contar la infinidad de casos que
no han sido denunciados.
En ese país las mujeres sufren secuestros, violaciones,
golpizas, torturas, humillaciones y asesinatos, la mayoría de los cuales
quedan en total impunidad. Muchas, provenientes mayoritariamente de familias
campesinas y trabajadoras, son víctimas de los carteles del narcotráfico,
que se enriquecen con las redes de trata.
En una entrevista subida a Youtube, el líder de la
organización criminal de los Caballeros Templarios -Servando Gómez Martínez,
alias “La Tuta”-
declaró que "las prostitutas son un mal necesario, ya que si no
existieran habría muchas violaciones",
justificando hipócritamente a las redes, que violan
sistemáticamente a mujeres y niñas.
El Dr. Mireles, líder de las Autodefensas Comunitarias de
Tepalcatepec, dijo que los Caballeros Templarios llegaban a tu casa y te
decían: "Me gusta mucho tu mujer, ahorita te la traigo, pero
mientras, me bañas a tu niña, porque esa si se va a quedar conmigo varios
días".
El propio Mireles atendió en el hospital -solo en los
últimos tres meses de 2012- a más de 40 niñas menores de 14 años, embarazadas
por violaciones cometidas por estos mafiosos. ¡Fue este grado extremo de
violencia contra las mujeres la “gota que desbordó el vaso” y provocó la
sublevación popular!
"Escogimos la forma en que queríamos morir: si nos iban
a matar amarrados, mejor que nos maten defendiéndonos" concluyó este
doctor, quien terminó transformándose en caudillo de las autodefensas.
Por eso mismo, cientos de amas de casa, campesinas
pobres, trabajadoras, profesionales y estudiantes se cansaron de ser víctimas y
decidieron convertirse en "Justicieras" -como titularon algunos
diarios- integrándose a las Autodefensas y Policías Comunitarias.
Aunque todavía constituyen una minoría dentro de estas
organizaciones, están a la vanguardia de las mismas, ya que son las que no
quieren ser defendidas por sus novios, esposo, padres, sino por ellas mismas y
con sus propias armas.
Una de las referentes de estas mujeres es la llamada
“Comandante Bonita”, de 31 años de edad, quien renunció a su trabajo de gerente
de modas para ponerse al frente de las Autodefensas de la localidad de
Buenavista.
Otra figura emblemática es la Comandante Nestora
Salgada García, muy conocida y respetada por dirigir a las Policias
comunitarias de Olinalá, en el Estado de Guerrero. El estado mexicano le armó
un causa y la detuvo (ver nota) con el propósito de amedrentar a las mujeres
que toman las armas para defenderse.
El ejemplo de las mujeres de Michoacán y Guerrero debe
expandirse a todo México, incitando a miles campesinas, estudiantes y obreras a
seguir este camino, peleando de manera concreta por la igualdad en contra de
las manifestaciones más aberrantes de la violencia de género, como la
esclavitud sexual.
Las mujeres tienen que hacer esto e incorporar, dentro de
las Autodefensas y las Policías Comunitarias,
sus reivindicaciones más sentidas, una manera eficiente de enfrentar
la cultura machista de la sociedad capitalista/patriarcal mexicana.
Hace cien años atrás hicieron su aparición las milicianas de
la revolución mexicana, las denominadas las Soldaderas o Adelitas, llamada
así en homenaje a la enfermera del Ejército de Zapata, Adela Velarde Pérez de
13 años de edad.
Estas mujeres eran ayudantes, cocineras, enfermeras y
combatientes, que querían no solo colaborar con la rebelión popular, sino
impulsar su propia revolución. Este es el camino que están retomando las
heroicas combatientes organizadas en las autodefensas y policías comunitarias.
La gran mayoría de mujeres campesinas se incorporan a los
distintos ejércitos en función de su lugar de origen, acompañando al padre,
esposo o hermano, por propia voluntad o bajo el viejo sistema de leva.
"Encargadas de las tareas domésticas, como siempre,
pero en tiempos de guerra en medio de condiciones más adversas, peregrinando de
un lugar a otro, pernoctando en los campamentos improvisados, se ocuparon no
sólo de alimentar a la tropa, lavar la ropa y cuidar a los hijos, sino también
de atender a los heridos, servir de correos y de espías en los pueblos,
abastecer de armas y brindar compañía sexual a sus hombres".
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