Patota radical agrede luchadoras en Río Negro

Desde hace varias semanas las mujeres de Cinco Saltos se vienen movilizando para repudiar el ataque sufrido por una joven en manos de su ex pareja -Marcelo Braicovich quien después de secuestrarla, la golpeó y violó. Este individuo, que milita en la Juventud Radical, está íntimamente relacionado a Jorge López, candidato a intendente por esa localidad en las últimas elecciones.

Luego de la golpiza, estando internada, E. recibió la primera amenaza, mediante la cual le reclamaron que retire la denuncia. Con el correr de las semanas los aprietes se reiteraron y profundizaron. Frente a esta situación, E.decidió contactarse con el Grupo de Apoyo a la Víctimas de Abusos de Cinco Saltos, la organización de mujeres que impulsó la denuncia contra el violador Anzaldo, logrando su encarcelamiento.

Esta situación salpicó de lleno a la campaña electoral de Jorge López, quien después de haber sido derrotado por la candidata del Frente Grande, juró venganza contra las mujeres del Grupo de Apoyo. Así fue que el 8 de setiembre, cuando las mujeres de esta organización, entre las que se encontraba Florencia Lezcano, estaban pegando afiches contra Braicovich, fueron atacadas por una patota de treinta personas, entre las que se encontraban varios punteros y la esposa de Jorge López.

Esto sucedió gracias a la complicidad de la policía rionegrina, que primero las retuvo y después “liberó” la zona, facilitando el ataque de la banda radical. Esta es la provincia del gobernador Miguel Saiz, un radical K que aplica la misma política que sus pares justicialistas llevan adelante en otros lugares: la represión a través de la policía brava y las patotas para acallar las protestas.

Queda claro que para los radicales las mujeres que se organizan son peligrosas, porque cuestionan a los poderosos de turno. Pero también está quedando claro que las mujeres de la región seguirán peleando, porque han salido fortalecidas después de las condenas de Anzaldo, Figueroa, Fadelli y otros tantos abusadores, impuestas por la movilización.

Con su lucha, las mujeres de Cinco Saltos, se han ganado el apoyo de los sectores obreros y populares, uniendo fuerzas para imponerle el juicio y castigo a los violadores. Más que nunca hay que rodearlas de solidaridad, exigiendo el fin de la impunidad para los abusadores y golpeadores y sus cómplices entre las fuerzas represivas y el poder político.

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