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| La batucada de la columna de Convergencia de Mujeres Socialistas y la Interdistrital por un Partido de Trabajadores: ¡Mujeres Ahora es Cuando! Leer declaración repartida en el Encuentro, clickeando aquí. |
A pesar del cambio de fecha para evitar que se realizara en
medio de la campaña electoral del mes de Octubre, impuesta por la alianza de
kirchneristas, partidos patronales y burócratas sindicales con el Vaticano. Y
de todas las maniobras para favorecer el vaciamiento de los Encuentros, la
reunión anual de mujeres fue un éxito.
Miles de mujeres rechazamos -en los hechos- la política que implementó
la mayoría de la
Comisión Organizadora, liderada por las mujeres del Partido
Comunista Revolucionario en unidad con las mujeres kirchneristas y de la Iglesia.
Lo hicimos, viajando a la provincia de la megaminería, para participar
activamente en los talleres y marchar por nuestros derechos, reclamando a viva
voz por el aborto libre, seguro y gratuito y en contra de todo tipo de
violencia de género y de la reaccionaria reforma del Código Civil.
Nuestra situación ha empeorado durante el gobierno nacional
y popular, por eso los argumentos de quienes pretenden conformarse con los
supuestos beneficios que se habrían conseguido con las leyes demagógicas del
kirchnerismo, fueron enfrentados duramente.
Tanto en los talleres, donde se discutió acerca de estas
problemáticas, como en aquellos relacionados a la represión y el saqueo que
está perpetrando el gobierno kirchnerista -como Mujer y Medio Ambiente o
Derechos Humanos- se realizaron riquísimos debates políticos en los cuales se
manifestó una clara intención de avanzar en acciones concretas por nuestras
reivindicaciones.
Ese fue el verdadero “espíritu” de San Juan, que fue copado
por miles de las mejores activistas obreras, estudiantiles y populares que han
surgido en las últimas luchas que recorren al país de lado a lado. Ellas, al
igual que nuestras compañeras de Mujeres Ahora es Cuando, no viajaron sólo
para dar testimonio o intercambiar experiencias, -como pretenden quienes nos
llaman a conciliar con las representantes del gobierno y la iglesia- sino a
pelear.
Esta pelea, asumida por una gran mayoría de las
participantes del encuentro, tuvo una expresión en la columna unitaria que se
organizó contra la comisión organizadora, reclamando que el próximo encuentro
se realice en Buenos Aires. Por primera vez en diez años de gobierno
Kirchnerista, las mujeres de la
CTA se sumaron a este reclamo, que venimos sosteniendo las
organizaciones de izquierda.
Esta columna, además fue la que marchó hacia la Catedral, para escrachar
a la Iglesia,
mientras que las organizadoras, encabezadas por el PCR, desviaron su recorrido,
de manera de no pasar por el frente de la Iglesia, con cuyos jerarcas, evidentemente,
tienen acuerdos más que espúreos.
Lamentablemente el FIT, no aprovechó estas circunstancias
excepcionales, que expresan el avance de la lucha por nuestras demandas más
urgentes, para ponerse al frente de la organización de una gran asamblea con el
fin de decidir un plan de lucha para canalizar las expectativas de las miles de
mujeres que fuimos a los talleres con la intención de pelear por nuestros
derechos.
Si bien el FIT tuvo la iniciativa de realizar una
“conferencia de prensa”, donde anunció la puesta en marcha de una campaña de
firmas dirigidas al Congreso, para que sancione una ley a favor del aborto
libre, seguro y gratuito; no planteó ninguna delimitación con la que se llevó
adelante desde el año 2003.
De esa manera las firmas aparecen como una remake de lo que
ya hicieron, las referentes de la “Campaña”, quienes terminaron alentando
confianza en el Parlamento, provocando la desmovilización, para culminar en un
rotundo fracaso, debido a la negativa del bloque mayoritario del kirchnerismo a
dar quórum para su sanción.
No está mal llevar al Congreso proyectos que vayan en el
sentido de los reclamos obreros, populares y de género. Lo que no corresponde
es poner todos los cañones en ese sentido, dejando de lado lo más importante,
que es la lucha… la única forma de imponer el aborto legal y demás
reivindicaciones. Para eso es necesario organizar, a nivel nacional, un gran
movimiento de mujeres, independiente de los partidos patronales y la Iglesia
Desde Mujeres Ahora es Cuando, integrada por Convergencia de
Mujeres Socialistas y la
Interdistrital por un Partido de Trabajadores, participamos
en el encuentro de San Juan con una columna importante de compañeras de Buenos
Aires, Neuquén y Río Negro, agitando la necesidad de la unidad de la izquierda
y la Acción Directa.
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