sábado, 29 de agosto de 2020

Crímenes de Familia: el doble discurso burgués sobre la violencia de género

Por Jessie, "Peque", Salazar 

Yanina Avila es una de las actrices principales de la nueva producción argentina “Crímenes de familia”, que fue estrenada recientemente por Netflix. Ella, que nació en Misiones y que participa por segunda vez en una película, trabajó en esta con Cecilia Roth y Sofia Gala, dos mujeres, que como Yanina, representan violencias en las que nos vemos envueltas en nuestras vidas, cotidianamente.

Yanina vive en su ciudad natal, 25 de mayo en Misiones, alquilando una casa que comparte con su madre y sus dos hijos. Trabaja en el sector de limpieza del CIC (Centro Integrador Comunitario) lugar en donde le hicieron el casting, que constituyó un verdadero desafío para una mujer trabajadora, pobre y jefa de hogar como es, en definitiva, ella.

En la entrevista cuenta que tiene un contrato por 10 años y que siente gran angustia, porque a pesar de su importante participación en la película, no recibió ninguna clase de remuneración, a diferencia del resto de los actores y actrices, que sí cobraron. ¡En el contrato que firmó no figuraba ninguna cantidad específica de dinero por el trabajo realizado!

Yanina, refiriéndose al contenido de la película, que contó con el apoyo del sector mujeres de la ONU y la Organización Internacional del Trabajo, dice que ahí -como en la vida real- hace el papel de trabajadora de limpieza, siendo acusada de homicidio, por haberse provocado un aborto; sin que nadie la defienda, mucho menos su patrona, interpretada por Cecilia Roth, que hace de una “mujer bien”, que vive en Recoleta y trata de salvar a su hijo, acusado de violencia de género.

Netflix, aprovechándose del auge de la lucha contra este tipo de flagelos, lanzó esta película, no con el propósito de conscientizar, sino simplemente ganar planta. Por eso, el argumento no va a fondo, sino que muestra a “Yanina” como una pobrecita incapaz, por sí misma, de ejercer su más que legítima autodefensa. ¡Mucho menos, de manera colectiva junto a otras trabajadoras!

Ella depende, según la trama, de la reacción de su patrona, una mujer de una clase que no es la suya. De esa manera, quienes escribieron el guión de “Crímenes de Familia”, están emitiendo un mensaje más que claro: las de abajo no pueden ni rebelarse. ¡Aunque lxs dueñxs de Netflix, lucren con cuestiones de género, no tiene ninguna intención de alentar la lucha contra la opresión! 

Tan coherentes son estxs burguesxs, que a luego de utilizar a Yanina, mostrándola en su papel de explotada, la súper explotan, haciéndola trabajar gratis. ¡Negocio redondo, dirán estos personajes, que si algo entienden de las problemáticas más urgentes de las mujeres, no hacen nada por mostrarlas, porque son conscientes de que la lucha por los derechos de género es, en el fondo,  contra el Capitalismo, que para seguir subsistiendo es sostenido por las instituciones patriarcales más retrógradas!


Queda claro otra vez más, que la realidad supera cualquier ficción, una realidad que debe ser cambiada a través de una revolución -de carácter obrera y socialista- que para ser consecuente tendrá que ser encabezada por quienes más pierden dentro de este sistema miserable: las mujeres de la clase trabajadora, como Yanina.

No hay comentarios: