Importante acto frente a la Casa de Jujuy por Romina (ver imágenes del acto clickeando aquí)

Cientos de compañeras y compañeros marchamos ayer jueves 7 hacia la sede de la Casa de Jujuy para reclamar por las condiciones de detención de Romina Tejerina, ya que le han imputado una causa penal por “lesiones leves”, cuando en realidad fue ella quien fue agredida por parte de tres internas en marzo pasado.

Este hecho aconteció inmediatamente después que una Comisión de diputados/as y asesores/as nacionales y provinciales de otros legisladores, junto a representantes de organismos de derechos humanos y organizaciones sociales y políticas, se entrevistaron con autoridades penitenciares, el juez de la causa y el gobernador, exigiéndole garantías por su integridad física y psíquica.

Este nuevo intento de “demonizar” a Romina es una respuesta a la visita de la comisión perpetrada por los sectores más oscurantistas y reaccionarios, los cuales, amparados en los poderes del estado manipulan los hostigamientos y agresiones.

Una vez frente a la sede de la Casa de Jujuy, una comisión de compañeras de diferentes organizaciones (CI, Pan y Rosas, Las Rojas, Plenario de Trabajadoras, delegados del INTI y Garrahan, Madres de Plaza de Mayo línea Fundadora, etc.) intentamos ingresar al edificio para entregar un petitorio, con cientos de firmas, en el cual reclamábamos por Romina.

El encargado de la Casa de Jujuy se negó a que ingresemos, aunque acusó recibo del petitorio. Luego de esto, realizamos un acto, en el que habló María Alvarez por la Comisión por la Libertad de Romina y una representante de las Madres de Plaza de Mayo, línea Fundadora.

En el acto ratificamos la exigencia, tanto al gobierno nacional como al de la provincia de Jujuy y a las autoridades judiciales y penitenciarias, la inmediata protección de todos los derechos y garantías que amparan a Romina, así como también de su vida e integridad física y psicológica.

¡Indulto a Romina ya! (Nota publicada en Convergencia de Izquierda de Mayo)

La Comisión por la Libertad de Romina Tejerina viajó a Jujuy el 21 de abril para visitar a Romina en el Penal Número 3, entrevistarse con el Director de Penal, y tener audiencias con el gobernador Walter Barrionuevo y con el juez Llermanos.

Desde Buenos Aires viajaron la diputada Fernanda Gil Lozano, de la Coalición Civica, María Luisa Storani, de la comisión de la Mujer de la UCR en representación del senador Gerardo Morales, las asesoras de las diputadas Cecilia Merchán y Delia Bizzutti, Cristina Cabic, madre de Plaza de Mayo de Quilmes, Bettina De Matte, delegada del INADI, a las que se unieron a la diputada provincial Cristina Romano, la concejal Carmen Peña, el diputado Pablo Vaca, Pablo Pelazzo, abogado de Derechos Humanos.

Enviaron su adhesión las diputadas Juliana Di Tullio, Norma Morandini, Victoria Donda, Nora César y Marcela Rodríguez, y las senadoras María Eugenia Estensoro y Marita Perceval. Con ellas viajó una delegación de Convergencia de Izquierda y de distintos partidos y agrupaciones de mujeres.

Romina tenía 17 años cuando fue violada por su vecino, el “Pocho” Vargas y quedó embarazada. Sin decir a nadie, dio a luz en el baño de su casa y, en un grado de enorme conmoción, mató a la criatura.

En 2005 fue condenada a 14 años por el delito de homicidio agravado por el vínculo, tras un alegato escandalosamente discriminatorio, en el que la fiscal acusó a Romina de usar minifalda, sin aceptar que hubiera sido violada. Su violador fue exonerado y dejado en libertad. En 2007, la Corte Suprema de Justicia ratificó la sentencia.

Romina, de “criminal”, a símbolo de la lucha de las mujeres

El viaje rebasó todas las expectativas. Llegamos a la mañana al penal Número 3, donde nos recibió Romina, una chica activa, llena de polenta y de fuerza. La excitación rondaba en el aire.

A las tres llegó la delegación de las diputadas, y para ese momento ya había en el Penal por lo menos cincuenta personas. El Director de todas las unidades penitenciarias de la provincia nos invitó a una oficina más grande, al tiempo que los guardias ofrecían café y Coca Cola, esmerándose por atender a las visitas.

Antes de empezar, todas brindamos por la libertad de Romina. Luego, ella expuso sus demandas: la libertad, que le ayuden a prepararse para rendir el examen, que la trasladen a un lugar más tranquilo, que le garanticen costear sus estudios en Tucumán.

Al terminar, Romina propuso que visitáramos su celda, para mostrar las condiciones de hacinamiento e incomodidad en que se encuentran. El grupo se dirigió con el director hacia los pabellones de las prisioneras, para comprobar cómo en una pequeña habitación conviven cinco mujeres de distintas edades, al frente de la habitación de castigo, “el chancho”, donde las internas son encerradas frecuentemente sin nada que hacer, ni luz, apenas una pequeña silla.

Todo el mundo quería sacarse fotos con Romina, hasta los guardias sorprendidos sacaban sus cámaras y tomaban fotos. Es que, de “criminal y asesina”, como fue injustamente condenada, Romina se convirtió en una luchadora, en el símbolo de la mujer pobre, violada y castigada, mientras su violador continúa en libertad.

Con el Gobernador

Por primera vez en seis años, el gobernador de Jujuy Walter Barrionuevo (Frente para la Victoria) recibió a la delegación, pero solo aceptó el ingreso de los diputados y se negó a hablar con la familia, otra muestra más de su desdén y su discriminación hacia Romina.

En la rueda de prensa posterior, la diputada Gil Lozano contó que le pidieron el indulto para Romina, pues el gobernador es el único que lo puede otorgar. Las diputadas le plantearon que “la situación de injusticia es tal entre los géneros, que la figura del indulto puede compensar una injusticia primaria”, ya que, en el recorrido por la cárcel, las diputadas se enteraron de otras Rominas que han sido condenadas a 35 años, por casos similares.

Agregaron que los jueces jujeños no dan prisión domiciliaria, aunque hay una ley nacional que obliga a concederla a mujeres sancionadas que tengan hijos menores de 5 años o familiares que dependan de ellas.

La propuesta de las diputadas fue hacer un gran petitorio nacional e internacional por el indulto. Al día siguiente la delegación se entrevistó con el juez Llermanos para exigir garantías para Romina fue acompañada por la dirigente de la CTA Milagros Salas.

Gran campaña por el indulto

Para contrarrestar los exitosos efectos de la visita, en los días siguientes hubo nuevas provocaciones contra Romina: la citaron al juzgado a rendir indagatoria acusada por lesiones leves, cuando fue ella la agredida en el mes de marzo, y se publicó un artículo de otras reclusas con declaraciones del director del penal en un diario de Jujuy contra ella.

Sin embargo, Romina logró aprobar el examen pendiente de la secundaria y se prepara para rendir en la Universidad de Tucumán.

La conclusión de la visita es clara: hay necesidad de poner de inmediato la más amplia campaña nacional e internacional para exigir al gobernador Barrionuevo el indulto a Romina, y al gobierno de Cristina Kirchner, que se pronuncie en apoyo a la libertad inmediata de Romina, al tiempo que se demandan medidas para aliviar su situación, y la de todas las presas que sufren situaciones similares, y que se detengan todos los ataques y hostigamientos contra ella.

Reportaje a Romina en la cárcel:
“Voy a seguir los pasos de mi hermana: voy a ser una luchadora”

Han pasado seis años y dos meses desde que Romina traspasó las puertas del Penal Número 3 de Jujuy. Entonces era una adolescente a la que le gustaba bailar, y que se preparaba para terminar sus estudios.

Hoy, con 24 años, Romina ha pasado por la más difícil de las universidades, y ha rendido todas sus pruebas: la falta de libertad, la discriminación, las vejaciones, los duros trabajos, y la injusta condena.

Romina aspira a estudiar Derecho, para defender a las demás mujeres que sufren de un castigo tan injusto como el de ella. Este es su testimonio. Fue redifícil. El día que llegué acá, vine con una oficial, mi papá y mi mamá, y cuando entré me puse a llorar. Tenía 17 años. Veía todo lleno de rejas.

Después me llevaron al pabellón 2, donde están las chicas por homicidio y me insultaban, guasa de acá, guasa de allá, mataste a tu crío. La cosa es que yo no salía para nada. Me mandaban a trabajar, cortar yuyos con machete, cuando nunca había usado machete y ellas querían que yo salga para que las otras me insulten. Tenía todas las manos ampolladas.

Después me mandaron a lavar los tachos de la cocina, y después me pusieron en una celda de madres para ver cómo me relaciono yo con los chicos, todo provocándome. Yo me llevaba rebien con las que estaban conmigo y los chiquitos. Ahora voy a ser madrina de un chico que ya tiene cuatro años, me sigue para todos lados, porque está conmigo desde bebé.

Iban pasando los días, no me insultaban tanto. Llegó el tiempo del juicio en el año 2005, la cosa es que me pasan al sector donde están las menores, y me pusieron una chica reconflictiva.

Antes de la segunda o tercera audiencia, me hicieron una cama, diciendo que yo había golpeado al chiquito de una de las internas, cuando eso fue armado, y la fiscal leyó eso en el juicio, me hizo quedar remal.

Las nuevas que ingresan al Penal me miran mal, no llevan ni dos días y ya quieren venir a hacerme algo, dicen que tengo privilegios, y un día fueron y me agarraron en la cocina, de atrás, me insultaron, le pegaron a mi compañera. Ese día fue terrible.

Luego me llevaron a otro lado y me tuvieron encerrada. Entonces no quise comer, no tenía hambre, estaba depresiva, me llevaron el martes, y el viernes a la noche, después de las protestas que llegaban de Buenos Aires, me sacaron del encierro.

La sentencia salió en 2005 pero mis abogados apelaron y fueron hasta la Corte Suprema, que falló en contra por cuatro votos contra tres. Quedó la sentencia firme y ya no se puede apelar más. Como solo se puede pedir rebaja de la pena cuando la sentencia esté firme, todo ese tiempo no pude recibir ninguna rebaja. Pero el año pasado les dieron rebaja a dos chicas y a un montón de chicos, y oh casualidad, no me dieron a mí.

Es como que el gobernador me tiene bronca. Acá hicieron los informes bien y me correspondía un año de rebaja, de manera que ya hubiera podido empezar con salidas transitorias, los domingos, con permisos a mi casa, y luego a trabajar.

Eso va a ser otro problema porque es difícil salir sola, me va a costar un montón, no sé la reacción de la gente, sé que hay gente a favor y otra en contra. Por ahí digo que voy a salir disfrazada, para pasar desapercibida.
Yo me emocione mucho cuando fue el encuentro de la mujer aquí en Jujuy y veía por las rejas cuando todas las chicas que vinieron.

Qué ganas de participar, el día que salga no me va a alcanzar el tiempo para hacer tantas cosas. Yo no era tan protestota, pero ahora, veo alguna irregularidad, no me gusta la injusticia, cuando le van a hacer algo a alguna de mis compañeras empiezo a llamar a los derechos humanos, cualquier cosa que vea yo denuncio, así que yo creo que no ven la hora que yo me vaya de acá.

La semana pasada metieron a una al “chancho”, no le daban ropa, visita ni nada, entonces yo le decía: más vale que te saquen hoy a la mañana, porque hoy van a venir los diputados, y entonces la sacaron hoy temprano.

Me la paso haciendo hábeas corpus. Ya somos expertas en hacer hábeas corpus, todos los días le llovían los hábeas corpus a la directora anterior, pero ella los encajonaba y un día se destapó la olla porque denunciamos que ella los guardaba todos.

Nosotras guardábamos todos los duplicados, vivas las chicas, con fecha, hora y todo, hasta que le dimos todos los duplicados a los abogados de derechos humanos, y sacaron a esa directora.

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